martes, 18 de diciembre de 2012

Ruta del Transmongoliano


Décima parada: ULÁN UDÉ (RUSIA), PASO FRONTERIZO A MONGOLIA Y CAMINO A ULÁN BATOR (CAPITAL DE MONGOLIA)

Siete horas y media de tren son las que tarda éste en enlazar Irkutsk y Ulán Udé, nuestro próximo destino. El trayecto es entretenido, sobre todo en su tramo medio, cuando realizados 80-100 kilómetros el tren bordea la parte sur del lago, pasando a escasos metros de la orilla. Así uno comprueba las dimensiones de éste, y al no vislumbrar la orilla de enfrente, piensa que es lo más parecido a un océano. La extensión de agua se pierde por el horizonte.
Junto a nuestros amigos finlandeses esperando el tren a Ulán Udé (Irkutsk)

ULÁN UDÉ

Es la capital de la república de Buriatia -en Siberia-, una de las regiones más montañosas de Rusia con casi el 80% de su superficie accidentada por éstas. Se ubica al sur de Rusia, en la parte más oriental del centro del país, a unos 80 kilómetros del lago Baikal. Cuenta con 400.000 habitantes, en lo que la convierte en la tercera ciudad en cuanto a población de la región de Siberia.

Está muy bien comunicada para el transporte de mercancías tanto a través de sus ríos (Udá y Sélenga) como por ferrocarril. Gracias al puerto situado justo en la confluencia de los dos ríos cada día entran y salen infinidad de productos; y precisamente debido al ferrocarril Ulán Udé dejó de ser una desconocida a finales del siglo XIX.
Pablo en la estación de tren de Ulán Udé
Una reliquia junto a la estación de tren

Fundada en el año 1666 como cuartel de invierno de los cosacos, la ciudad es en la actualidad un importante centro industrial. Pronto nos percatamos de ello. Es una más de las tantas y tantas ciudades de Siberia que basan su economía en la industria, la cual centra su producción principalmente en el procesamiento de alimentos, los curtidos de pieles, los aserraderos, la fabricación de cristal o ladrillos y el equipamiento ferroviario.
Resulta curioso saber que el huso horario de Ulán Udé es el mismo que el de Perth (Australia).

Además la ciudad es el centro científico y cultural de la República. Cuenta con un gran número de centros de enseñanza y escuelas y alberga un importante centro ciéntífico.
En lo cultural cuenta con cutro teatros -entre ellos de ópera y ballet- y seis museos, lo que demuestra que la vida cultural de la ciudad está viva.

El centro histórico de la ciudad combina lo antiguo con lo moderno. Quizás no sea muy atractivo pero cuenta con muchas edificaciones históricas fácilmente distinguibles de las que no lo son. Se percibe así un cierto aire asiático que se hace evidente a medida que uno se va alejando de Moscú.
La calle Arbat es la principal arteria de la ciudad. Es peatonal, lo que la diferencia del resto como ya ocurriera en otras ciudades rusas como Ekaterimburgo o Irkutsk. En ella se encuentran los edificios más emblemáticos de la ciudad así como alguna que otra escultura.
No muy lejos de allí se encuentra la catedral de Ulán Udé, todo un símbolo de la región de Buriatia.
Calle Arbat
Catedral Odigitrievsky

La espaciosa plaza principal (Sovietov) alberga la que probablemente sea la mayor curiosidad de la ciudad: el monumento a Lenin, una enorme cabeza del mismo hecha a escala XXL. Pesa 12 toneladas y fue levantada en honor al centerario de su nacimiento.
Frente a la enorme cabeza de Lenin
Si bien la ciudad no es una de las principales atracciones para quienes visitan Rusia (estamos a 5642 kilómetros de distancia de Moscú), es un lugar de paso obligado para quienes hacen bien el Transiberiano, bien alguna de sus dos variantes: Transmongoliano (la nuestra) o el Tranmanchuriano.

Pero si queremos ver un lugar que realmente no puede dejar indiferente a nadie, hemos de desplazarnos 40 kilómetros en furgoneta. Se trata del monasterio "Datsun Ivolginsky", un conjunto de templos budistas que fue construido en el año 1947. En él se guarda el cuerpo de un monje budista al que muchos veneran.

Templos en Datsun Ivolginsky (I)
 Templos en Datsun Ivolginsky (II)
 Templos en Datsun Ivolginsky (III)
  Templos en Datsun Ivolginsky (IV)
 Templos en Datsun Ivolginsky (V)
Momento de oración en el interior de uno de los templos de Datsun Ivolginsky

KYAKHTA (FRONTERA CON MONGOLIA)

Nuestra elección para pasar a Mongolia fue la menos convencional. En vez de coger el único tren que sale cada día hacia Ulán Bator (capital de Mongolia) y por el cual se paga un precio desorbitado, optamos por coger un minibus -a 8 euros por cabeza- que nos acercase hasta Kyathka -último pueblo fronterizo antes de entrar en Mongolia-, pasar la noche allí e intentar cruzar la frontera a primera hora del día siguiente. Toda una aventura.

Kyakhta es lo más parecido a un pueblo cualquiera, de los que cuesta encontrar en el mapa cuando se está buscando. No sería un destino pretendido por aventureros de no ser porque es un punto de paso obligado si se quiere acceder a Mongolia en coche desde Siberia. Un entramado de calles sin cuidar, la plaza principal atravesada por coches -que van y vienen en todas direcciones- y alguna que otra iglesia es lo único que tiene el viajero para ocupar su tiempo libre. Y para dormir, un par de hostales, muy indicados para regatear y conseguir que te rebajen los precios que inicialmente ofrecen.
Una de las casas más atractivas de Kyakhta
Iglesia ortodoxa en Kyakhta

Pero lo que sin duda es más entretenido en Kyakhta es el paso fronterizo. Obliga a madrugar y no se puede cruzar a pie, así que toca acercarse a los primeros coches -que aguardan su turno para ser inspeccionados y pasar todos los trámites- y conversar como buenamente se puede con los lugareños para ver si a cambio de unas monedas nos pueden pasar a bordo.
Nosotros lo conseguimos a la primera, pero la espera para superar los trámites burocráticos es eterna.
Paso fronterizo a Mongolia a primera hora de la mañana
Ya en territorio mongol, una muchedumbre se agolpa intentando intercambiar tugriks -divisa mongola- por rublos -divisa rusa- con el poco turista que hasta allí llega, siendo ellos quienes deciden a cuánto está el cambio y ganar así algo de dinero en la transacción. Fajos de billetes pasan de un bolsillo a otro pues en Mongolia no existen las monedas.

Superado el caos lo más prudente es llegar hasta la primera localidad de Mongolia según se llega desde Ulán Udé: Sukhbaatar. Nosotros así lo hacemos, a bordo del coche de quienes nos habían ayudado a cruzar la frontera.
Sukhbaatar tiene poco menos de 20.000 habitantes. Es la primera parada del Transmongoliano en territorio mongol, pero al igual que Ulán Udé el tren sólo pasa una vez al día. Nosotros desechamos también aquí la opción de subirnos a sus vagones debido a su alto precio y no queda otra que buscarnos la vida. Preguntamos qué nos puede salir más económico para llegar a Ulan Bator, a lo que la gente del lugar nos recomienda un taxi compartido (unas 4h frente a las 7-8 en tren).

"Andenes" en la estación de tren de Sukhbaatar
Una de las pocas lujosas construcciones que se ven camino a Ulán Bator
El ganado y los niños hacen su vida alrededor de sus casas
Dicho y hecho. Horas después estamos apretujados a bordo de un coche familiar junto a nuestros dos amigos finlandeses que nos acompañan desde la isla de Olkhon y un chico que nos ha ayudado a la hora de dialogar con el taxista. Como contraprestación nos pide que le dejemos venir con nosotros totalmente gratis. Nostros accedemos.
El paisaje es realmente espectacular. Durante muchos kilómetros no se ve casa alguna. Y menos gente. Sólo naturaleza pura y algún que otro símbolo religioso. Una larga estepa, caballos, vacas y alguna oveja. Es la primera toma de contacto con lo que nos espera.
Típica estampa del paisaje mongol
Símbolos religiosos

 Yurtas; vivienda típica de la población nómada 
 Junto a Pablo, los finlandeses y el chófer 
 Pablo y nuestro amigo Oscari (finlandés) junto al nativo que nos echó un cable

Próximo post: MONGOLIA (ruta de 7 días por el país)